¿Alguna vez te has sentido avergonzado por tu apariencia física debido a comentarios o juicios de los demás? ¿Las críticas sobre tu peso, forma o tamaño han afectado la forma en que te ves a ti mismo y cómo te relacionas con tu cuerpo? Si estas preguntas resuenan contigo, no estás solo. El body shaming, o la vergüenza corporal, es una experiencia desafortunadamente común que puede tener efectos profundos en nuestra autoestima, salud mental y bienestar físico. A lo largo del artículo voy a hablar sobre cómo afecta el body shaming a mujeres y a hombres, y posteriormente daré consejos para tratarlo y poder superarlo.
Se manifiesta de varias maneras, desde comentarios despectivos hasta estándares de belleza inalcanzables perpetuados por los medios de comunicación. Estos juicios no solo vienen de extraños o conocidos; a menudo, somos nuestros críticos más duros. La constante presión por encajar en un ideal puede llevar a ciclos de negatividad, comparación y, en casos extremos, trastornos alimentarios y de la imagen corporal.
¿Qué es Body shaming?
El body shaming, o avergonzar el cuerpo, es una práctica social en la que las personas son criticadas y juzgadas por su apariencia física. Esto puede incluir comentarios negativos sobre el peso, la forma del cuerpo, la talla, las características faciales, o cualquier otro aspecto físico que no se ajuste a ciertos estándares de belleza o normas sociales.
Esta forma de juicio puede provenir de amigos, familiares, compañeros de trabajo, medios de comunicación e incluso de desconocidos en espacios públicos o en internet. A menudo, el body shaming se manifiesta en forma de burlas, comentarios despectivos, miradas críticas o incluso a través de la promoción de estereotipos en los medios de comunicación, que establecen estándares irreales de lo que se considera un cuerpo «perfecto» o «deseable».
El impacto del body shaming va más allá de la mera crítica superficial; puede tener consecuencias graves para la salud mental y física de las personas. Esto incluye problemas como baja autoestima, ansiedad, depresión, trastornos alimenticios y una relación malsana con el ejercicio y la alimentación.
Síntomas de Body shaming
Las personas que experimentan body shaming pueden sufrir una variedad de síntomas psicológicos y emocionales, los cuales pueden variar en gravedad dependiendo del individuo y de la frecuencia o severidad del body shaming. Algunos de estos síntomas incluyen:
- Baja autoestima: La crítica constante o los comentarios negativos sobre el cuerpo pueden llevar a las personas a ver su propia imagen de manera negativa, resultando en una baja autoestima.
- Ansiedad: El miedo a ser juzgado o avergonzado por la apariencia física puede causar ansiedad en situaciones sociales o incluso en la vida cotidiana.
- Depresión: La exposición prolongada al body shaming puede llevar a sentimientos de tristeza, desesperanza y, en casos severos, depresión.
- Trastornos alimentarios: Algunas personas pueden recurrir a dietas extremas, ayunos extremos y obsesiones por la comida como una forma de controlar o cambiar su apariencia física debido al body shaming y esto puede derivar en trastornos alimentarios como la anorexia o la bulimia
- Aislamiento social: Y para evitar exponerse a situaciones de comer en público.
- Obsesión con la apariencia física: Las personas pueden volverse excesivamente preocupadas por su apariencia, dedicando una cantidad desproporcionada de tiempo y recursos a intentar mejorar o cambiar su imagen.
- Comportamientos autodestructivos: En algunos casos, el body shaming puede llevar a comportamientos autodestructivos, como el abuso de sustancias o la automutilación, como un medio para hacer frente al dolor emocional.
Cómo afecta el body shaming en mujeres y hombres
El body shaming afecta tanto a mujeres como a hombres, aunque las formas y consecuencias pueden variar significativamente entre los géneros debido a diferencias en las expectativas sociales, culturales y los ideales de belleza predominantes.
Body shaming mujeres
En las mujeres, el body shaming a menudo se centra en la delgadez como ideal de belleza. Las mujeres pueden ser criticadas por estar «demasiado gordas» o «demasiado flacas», y hay una obsesión cultural por la pérdida de peso y la consecución de una figura específica, poco realista. Esto puede llevar a trastornos alimenticios, obsesión por el ejercicio, baja autoestima y otros problemas de salud mental.
- La presión constante para alcanzar un ideal inalcanzable puede resultar en un severo daño psicológico, incluyendo trastornos de la imagen corporal, donde las mujeres pueden tener una percepción distorsionada de su apariencia, viéndose a sí mismas de manera negativa independientemente de su forma o tamaño real.
- Relación dañina con la comida: La obsesión por la delgadez puede llevar a una relación problemática con la comida, viéndola como un enemigo en lugar de una fuente de nutrición y placer. Esto puede manifestarse en patrones alimentarios restrictivos, atracones seguidos de culpa y vergüenza, y en casos extremos, trastornos alimentarios graves.
- Aversión al ejercicio: Aunque el ejercicio es fundamental para la salud, la obsesión por usarlo exclusivamente como medio para perder peso puede llevar a una relación poco saludable con la actividad física, incluyendo el ejercicio compulsivo o el evitamiento completo debido a la asociación con la autocrítica y la vergüenza.
Body shaming hombres
En los hombres, el body shaming también está presente, aunque a menudo con un enfoque diferente. Para los hombres, el ideal puede ser más hacia un cuerpo musculoso y atlético. El body shaming puede manifestarse en términos de no ser «suficientemente musculoso» o «demasiado delgado». Esto también puede llevar a la obsesión por el ejercicio, el uso de esteroides o suplementos, y problemas de autoestima.
- Estrés y ansiedad: La presión por cumplir con un ideal físico específico puede generar niveles elevados de estrés y ansiedad, especialmente en situaciones sociales o al exponer el cuerpo en público.
- Baja autoestima y dismorfia corporal: La constante comparación con modelos de fitness o celebridades puede resultar en una imagen corporal distorsionada y una autoestima reducida, llevando a algunos hombres a nunca sentirse satisfechos con su apariencia.
- Comportamientos obsesivos: La obsesión por aumentar la masa muscular puede llevar a rutinas de ejercicio extremadamente rigurosas y poco saludables, así como a una fijación con la dieta y los suplementos nutricionales.
- Uso de sustancias peligrosas: En la búsqueda por lograr rápidamente el ideal físico, algunos hombres pueden recurrir al uso de esteroides anabólicos u otras sustancias dañinas, con el riesgo de sufrir efectos secundarios graves a largo plazo. En mujeres, uso de sustitivos de comida o suplemenos para perder peso más rapido
¿Cómo superar el body shaming?
Superar el body shaming es un proceso largo en el que una de las cosas más importantes que se necesita es una mejora de la autoestima, el autoconcepto y la confianza en uno mismo., si no consigues mejorar estos aspectos por sí sólo, puedes contactarme con Libérate del Miedo (enlace interno) para tratarlo de la mejor manera posible. A continuación te dejo algunos consejos que podrías llevar a cabo para tratarlo.
- Reconoce tus sentimientos: Aceptar y reconocer cómo te afecta el body shaming es el primer paso para superarlo. Es normal sentirse herido o frustrado por los comentarios negativos.Además la presión social es tan grande que todos estamos expuestos al body shaming y es normal que nos afecte
- Habla de ello: Compartir tus experiencias con amigos de confianza, familiares o un profesional puede ser terapéutico y proporcionarte el apoyo necesario.
- Fomenta una imagen corporal positiva: Concéntrate en lo que aprecias de tu cuerpo y sus capacidades, en lugar de sus defectos percibidos. Practica la gratitud hacia tu cuerpo por todo lo que te permite hacer.
- Limita la exposición a los medios negativos: Reduce el tiempo que pasas en redes sociales o viendo programas que promueven estándares de belleza irreales. En su lugar, busca contenido que celebre la diversidad corporal.
- Desafía los pensamientos negativos: Cuando te descubras pensando negativamente sobre tu cuerpo, intenta desafiar esos pensamientos con afirmaciones positivas.
- Enfócate en tu salud, no en tu peso: Trabaja para mantener un estilo de vida saludable que incluya una alimentación balanceada y actividad física regular, pero sin obsesionarte con el peso o la figura.
- Busca ayuda profesional si es necesario: Si el body shaming te afecta profundamente, considera buscar la ayuda de un terapeuta
¿Cómo actuar ante un caso de Body Shaming?
Te voy a poner un ejemplo sobre un caso de Body Shaming que está muy presente en la sociedad actual, y posteriormente te daré algunos consejos para que sepas llevar la situación.
Ejemplo
Ana es una joven de 25 años que disfruta compartir sus logros de fitness en sus redes sociales. A pesar de sus esfuerzos por mantenerse saludable, recibe comentarios negativos sobre su cuerpo, diciéndole que aún no está lo «suficientemente en forma» o que debería trabajar más en ciertas áreas de su cuerpo para ser «aceptable». Estos comentarios la hacen sentir insegura y dudosa de su progreso.
Consejos para Ana:
- Reconoce tus logros: Ana, recuerda que tu valor no está determinado por la opinión de los demás. Celebra tus esfuerzos y logros, sin importar lo que otros digan.
- Limita la exposición: Considera limitar tu exposición a las redes sociales o a las personas que constantemente te hacen sentir mal. Recuerda que tienes control sobre tu entorno digital y real.
- Busca apoyo: Habla con amigos, familiares o un grupo de apoyo que entienda y valide tus sentimientos. No estás sola en esto.
- Enfócate en lo positivo: Intenta rodearte de mensajes y comunidades que promuevan la positividad corporal y la autoaceptación. Esto puede ayudar a contrarrestar los efectos negativos del body shaming.
Ariana Grande Body Shaming
Una de las cantantes, actriz más famosa de EEUU, le plantó cara al Body Shaming que recibía mediante redes sociales debido a comentarios sobre su pérdida de peso, si ella pudo, ¡Tú también!